Let’s talk about freedom, Max






Estabas igual a como nunca antes habías estado. Tu pelo estaba largo y parecía estar feliz por estar libre. Por fin te había ganado. Apenas te vi sentí su triunfo. Vos estabas como tu pelo: largo y libre y parecías estar feliz. Sentí que no estabas nervioso y eso me puso nerviosa a mí.  Ey Max, por qué no estás nervioso? te pregunté. Yo estaba nerviosa porque no estaba ni larga ni libre. A propósito no me había puesto mis borcegos con tacos, para quedar más baja, para que la distancia entre nosotros dos cuando nos abrazáramos fuera eterna e irreconocible. Estaba mala. Estaba queriendo corroborar que ya no estaba cerca y que incluso si me pusiera en puntas de pie para llegar a tu cuello tardaría una vida y en aquél recorrido de tiempo que tardara hasta llegar a vos, te aburrirías antes y te irías caminando para que yo no llegue nunca a abrazarte y me dejarías sola. Me abandonarías Max. Por eso me sentía gorda y apretada. Engordé desde que nos separamos y pensaba en eso mientras me cambiaba para ir a verte.  Debajo del jean apretado me había puesto unas medibachas negras de nylon que me incomodaban y recordaban que no debía distenderme. Sin embargo minutos antes de salir me había depilado y me había puesto perfume en la espalda y había decidido no usar corpiño. Tenía una remera blanca  y hacía mucho frío y mientras viajaba en el colectivo hacia tu casa pensaba que en algún momento los pezones se me iban a erizar y al estar duros se iban a transparentar en la remera  y vos ibas a querer tocármelos o metértelos en la boca y entonces pensaba en las medibachas que me decían que no y en mis pezones que me decían que sí y me di cuenta que la predisposición de mi cuerpo ante nuestro encuentro era contradictoria. Caminaba tranquila y hacía frío y estaba oscureciendo de prisa. Recé al llegar a la esquina de tu casa, automáticamente, como dejando que alguien pudiera hablar por mí, pero no recuerdo ni por qué ni qué deseaba exactamente aquella voz. Estaba segura de mí porque mi rostro había cambiado…esa era mi única seguridad: estaba más arruinada. Algo de eso me hacía sentir sublime. La noche anterior había cenado en la casa de Javito. Había ido recién salida de la ducha con el pelo mojado y sin maquillaje, abrigada con un gorro de lana negro de Julia que me hace sentir en Europa y los auriculares escuchando a Charly y unos guantes con los dedos cortados y caminaba sola fumando un cigarrillo y me sentía tan libre que me di cuenta que en realidad estaba flaca pero llena de recuerdos y embarazada de tristeza. Pensé por unos segundos si le haría daño a mi tristeza que yo fumara, pero recordé esas palabras que Barbara me había dicho hace unos años…la belleza es triste Flor, entendelo de una vez. Barbi siempre criticó mi estética por ser saludable. La belleza es desmesura es desequilibrio es tajo y mueca de fragilidad de un payaso borracho a punto de hacer estallar el universo, solía explicarme. Y algo de todo eso me pasaba por la cabeza y por el cuerpo la noche antes de verte a vos Max. Llegué a lo de Javito: me até el pelo con un rodete y un pañuelo, me puse un jogging y las pantuflas, una remera grande, fumé unas secas de flores, me puse óleo 31 y me acosté sobre su alfombra de pelos largos a hacer posiciones invertidas. Necesitaba hacer yoga para darme vuelta. Todas mis amigas estaban hermosas y un poco preocupadas y un poco tranquilas de tenerme entre ellas porque yo estaba destruída. Había como pequeños destellos de mí que titilaban un mensaje de auxilio y agradecimiento. Cuando Sole llegó me dijo: parecés recién salida del Monteagudo amiga, y yo la abracé porque supe que me había dicho un pirorpo. Y entonces me miré al espejo y no entendía muy bien ni la vida ni quién era ni qué me estaba pasando, pero me mire a la cara y me vi hermosa. Me descubrí hermosa en esa destrucción y me acepté hermosa llena de duelo y desgarrada, fragmentada y la belleza es triste flor.

Tiene sentido

Tiene límite

Aparece como consecuencia y con una relación mínima con la verdad

De los demás no hay rastros

Por fin estamos solos Max

Apenas te veo crezco como mil metros de altura. Estamos conectados desde la paz y la sonrisa y cuando te abrazo y vos me agarrás toda chiquitita casi aupa y voy directo y sin mediaciones a besarte el cuello y vos me besas mil millones de veces los cachetes y nos olemos, nos olemos la cabeza y detrás de las orejas y yo me refriego en tu barba y vos tratás de acercarte a mi boca y nos miramos a los ojos y sonreímos y nos volvemos a abrazar otra vez más y muy fuerte nos encarcelamos con los brazos y nos tocamos y nos sentimos en casa, como en un cierto lugar desde donde el mundo se registra tranquilo, lugar donde poder caer, y de pronto en medio del abrazo comienzo a escuchar el ritmo de tu corazón en mi pecho y bueno respiro, pará, realidad, me alejo, te traje esto….y bueno, no, flor, subí, pará, realidad. Y subo y puedo decirte ahora que no me interesa la verdad de nuestra historia Max, es decir, no se me juega el ser a partir de una idea. Acá hay algo más.

Siempre tu mano me toca primero la cara mis ojos te miran mi voz se entrecorta mi cuerpo se ubica en un gesto de memoria. Entre nosotros un olor que juntos destilamos tan nuestro que ni la más prostituta de las conversaciones virtuales podrá quitarme jamás. Soy sólida y a veces la rigidez mental caracteriza mi manera de amarte. Mi luna en Tauro dice posesión y primitivismo. Perdóname Max, pero si no cerco mis afecciones podría confundirme y acabar erotizando al mundo entero. Sólo que tu quedaste dentro del cerco Max, y ahora te veo y abro la tranquera y te libero y me libero y destruyo cualquier idea de cerco y la reemplazo por cualquier sensación de cercanía. Ese registro de cercanía e intimidad y un nuevo vos que aparece conmigo que sale al mundo pero duele entonces conmigo aparece y es tan mío que ni la fama podrá tenerte como yo te tengo. Porque no te tengo. Porque te tengo desnudo y en plano fijo y en plano secuencia y en un travelling de espaldas, te tengo atado al movimiento de mis ojos y cuando los cierro aparecés como luz y tu figura en mi tercer ojo como relámpago y revelación me pertenece tu pose y tu palabra más nueva. Parpadeo y monto las escenas de nuestro encuentro y estamos juntos Max, donamos el cuerpo a la experiencia y pierdo y suelto y no quiero más que presente como vibración energética que venga lo que venga pero que yo vuelva a brillar. Pienso eso en cada instante que dudo en abrir agrietar el corazón y dejar que sangre y separar las piernas y dejar que entre y que sea lo que sea pero sea registro de experiencia de amor y gota de recuerdo de presencia y energía, que sea plena confusión pero que sea un encuentro posta posta. Tiene límite, tiene sentido y somos memoria, memoria de poses que quedaron entramadas en los muros del cuarto de tu living y la memoria del tejido naranja que nos conoce la carne de las emociones mudas que fundidos vivimos los tres sobre ella, acostados, los tres fantaseamos y ella nos sostiene. Ella nos sostenía. Ella como yo invertida, yo sin poder incorporarla a nuestro escenario. La cercanía entre tu cuarto y mi cuerpo y la memoria de los muros y tu espacio y tu vacío interior como cuando en la mirada de antes había un grito desesperado de conexión con el mundo y hoy hay tanta distancia conmigo colmada de actividad con el mundo que sólo pierde el tiempo buscando encontrar un espacio de vida vacía para poder sentir, para poder decir mi amor, acá estoy. Tus ojos son otros Max. Memoria nuestra, de nuestro vínculo, cuando nos acercamos y es tanta que las partes se mezclan y ya no importa la verdad ni dios porque tu boca mi pelo fuerte las manos saliva te amo despacio terminamos despacio las piernas abiertas fundidos adentro nosotros te escupo hermosa me gusta abrazamos chuparte el cielo la noche desde acá la luna te beso el cuerpo entero tus tetas mi cielo y la cama enlazados mi culo los ojos abiertos la lengua y los besos estallados la vida y de amor yo lluevo y el tiempo no acaba y vos risa y yo lloro y en silencio algo por nosotros respira y no piensa y no siente y no dice…solo nos saca Max. Nos saca todo lo que sobra en nuestro encuentro. Nos quita, nos roba, nos prohíbe a nosotros. Nos aleja a nosotros de nuestro propio encuentro. Ya no te amo Max. No te amo porque ya no eres mío y el amor no pasa sólo por mi. Siento el amor cuando la presencia de tu cuerpo está conmigo y estamos juntos y el amor es en el medio nuestro y a través de nosotros dos por medio de nosotros pero a expensas de nosotros. ¿Lo entiendes Max? Ya no nos amamos, estamos de más en nuestra historia. 




Comentarios

  1. Fua... pero que bueno que lo leo ahora y te puedo decir... viste quen o es tan así? ;)
    Max.

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