Viejas exigencias sin destino






¿Por qué me duele tanto ser alguien
que todavía
vos no conocés?
Yo estoy, tan lejos de quien
era
sin embargo hoy soy
acá
cerca de mí
como nave extranjera en tu tierra
puedo decir no
puedo decir yo
Y sin embargo no puedo
pedirte  que juegues
a las adivinanzas con mi llanto
a las escondidas entre mis versos

Tu forma no es más que una guarida,
mi cueva de hermética verdad.

Sin dar oídos y sin ser canto
-a medias como en  la vida-
no te preocupa
que el tren haya llegado
Y todavía no tenga asignado un destino
Yo sola
en mi asiento numerado
(como corresponde espero)
no ya que arranque
sino que sepa a dónde tengo ganas de dirigirme.

Comentarios

Entradas populares